Vivimos en una sociedad que cada vez nos satura más y parece estar más de acuerdo con el estrés que con la serenidad. Es difícil hoy en día no ir deprisa, saltando de una cosa a la otra..
Pero ese sin parar no nos permite disfrutar, sino que se nos va el tiempo sin darnos cuenta de todo lo que nos perdemos por el camino. Vamos como el conejo de Alicia tratando de llegar a ninguna parte, lo más rápido posible. Y hacemos de esa rutina nuestro estilo de vida.
Yo estaba tan cargada de pensamientos negativos, tan desconectada de mi verdadera esencia, que me sentía abrumada, triste, sola… en depresión…